Espejo del alma

Mi computadora es tipo arcoiris, pasa del rojo al rosado, al azul de un saque, pero después que le doy un cariñoso golpecito (consejo de su anterior dueña que me dijo: si no marcha con un golpe, no sirve para más nada), empieza de a poquito a ser lo que debe ser: una compu.
Descubrí algo tarde esto de la tecnología, antes mis dedos vivían manchados de tinta porque el trabajo en una imprenta te deja... los dedos manchados de tinta. Cuando la "Edel" me dijo: tía te voy a traer una computadora, ufffffffff pensé, qué bueno!! Y aquí estamos mi compu y yo.
Al principio le tenía un poco de miedo, entraba a las páginas que conocía, diarios, (me encanta recorrer diarios de todas partes), pero después le fui tomando confianza, tanto es así que ahora somos inseparables. A veces me doy cuenta que las teclas están llenas de yerba y de cenizas de los cigarrillos que me fumo, SI FUMO Y QUÉ???... Pero un día encontré el Chat, jajajajaja y con el la más divertida forma de pasar el tiempo. Pero también me hice mi blog, porque me gusta escribir, aunque Edel diga que sólo tristezas. Hoy entré en una página dónde por la suma de tus números, los de nacimiento, te dicen como eres. Yo tenía dos opciones, o el 12 ó el 16 como día de nacimiento, porque me parece que mi padre no se animaba a presentarme hasta que no estuviera seguro de lo que era. Con el 12 me dio que soy 2, mama mía!! un desastre andante, desde envidiosa hasta tímida pasando por que me gustaban los deportes... a miiiiiiiiiiiii?? que no camino ni para ir a la esquina. Con el 16, la cosa mejoró, no mucho, pero se parecía un poco más a lo que soy.
Estuve tentada de poner la edad que le digo a los gallegos, jajajaja, de 45 no bajo, y mi compu no me deja mentirrrrrrrrrrrr.
Bueno, la cosa es que tengo blog y tengo compu aunque sea bicolor, he aprendido algo... nunca es tarde para la tecnología... ahora me voy un rato al Chat, de repente encuentro a alguien que le guste charlar de lo que a mi me gusta, sino que se preparen, la uruguaya se va a divertir de lo lindo, juaaaaaaaaaaaaaaaaa.

Mujer... hoy pasaste de su brazo, pensando que me hieres al mostrar tu poderío.

Mujer... no sabes que muchas noches cuando no está contigo, viene a fundirse en mi cuerpo con renovados bríos?

Mujer... pasaste cual dueña de un reino que es ficticio sabiendo que por siempre y para siempre, el seguirá siendo mío.

Y porque es fuego en mi sangre, y porque es viento muy tibio, y porque es piel que me abraza te propongo el desafío, de quererlo más que yo... para que sientas el frío.

Todo el pueblo con sus lenguas aquel día te lo dijo, y con el oro compraste su linaje y su prestigio, mendiga de caricias, ¡pobre mujer! yo te miro, que paseas con el hombre que pagaste siendo mío.

No pienses que fue traición, que fue engaño o desvarío, tu posees sólo un nombre... todo lo demás es mío.



cuando el amor se hace carne en nuestro ser... el infierno se le parece mucho

Silencio tienen los montes, nido de ruidosos trinos...
Silencio en calles estrechas, rincones que supieron andar de pasos cansinos...
Silencio en el campanario, alto, gris que en sus ladrillos, la hiedra verde se enrosca cual amante posesivo...
El Hombre busca la niña en el final del camino, la niña que fue la imagen de su desvelo y su sino, grabada a fuego en su mente con olor a hierba y vino.
...Y se corren los visillos, y las matronas sisean, ¿porqué volvió si la niña hace tanto que no espera?
El silencio se entremezcla, con risas y ganas nuevas, con sonidos de retreta de plazas en primavera, el Hombre busca a la niña, las comadres cuchichean... niña que olvidaste al hombre a quien pediste volviera, a quien bordaste divisa del color de la bandera que luciera en la batalla y besaba en las trincheras, pensando en aquel amor, que había pedido... volviera.
Silencio en el campanario, el Hombre sufre y espera, las comadres en los salones, tras los visillos comentan, que volvió porque la guerra devuelve almas en pena.
Rezan para que se vaya, para que siga su senda, para que en noches de frío, puedan contar su leyenda.
¿Porqué volvió si la niña, hace tanto que no espera?

La verdad, Edel, no se porqué cuando me entra esta cosa de ponerme a escribir me sale como tu dices, sólo tristezas, jajaja, pero sabes mejor que nadie que soy alegre, que me gusta reir, sobre todo cuando te cuento de mis amigos del chat.
Pero, todos tenemos algo dentro que de alguna manera nos identifica, yo debo tener un poco de melancolía, será eso...

Sabes lo que me pasa cuando me pongo a escribir? podría decir que vivo la vida de otros, dirás porqué no los haces un poco más alegres? no se, tengo un amigo en la página donde participo que me contó le pasa lo mismo, serán estilos, vaya uno a saber.

No te prometo que vaya a cambiar, pero voy a intentarlo, si no lo consigo tendrás que seguir derramando lágrimas leyendo los poemas de tu tía, jajajaja

Se que alguna vez me nombras y lo haces en silencio...
he visto cuando lo escribes y lo borras al momento,
que lo escondes en las hojas de un viejo libro de cuentos
que guardas como un tesoro y te regalé hace tiempo...

Que lo pusiste en el vidrio empañado con tu aliento
como besando las letras... una a una y en silencio...

Cuando pronuncio tu nombre motivo de mis recuerdos,
en mi boca se derrite un sabor a caña dulce
mezcla de mar y de viento.

Son danzantes que en las noches... cuando todo está en silencio...
se buscan y se rechazan para prolongar el juego
y el misterio del momento.

Nuestros nombres se entrelazan, giran en loco arabesco,
para terminar unidos en el espacio y el tiempo.

Cuando pronuncies mi nombre, no lo hagas en silencio...
el mío te está esperando para dejar de ser recuerdo.

Girones de sangre y ocre muestra la tarde a lo lejos,
en el ocaso una pena vaga en forma de lamento,
unas cuerdas de guitarra desgranan notas pausadas
cual arrullo de palomas es sutil encantamiento.

Las manos en la madera recorren cuerpo perfecto
de la mujer que fue carne, fibra, olor y sentimiento.

"Morir no se muere nunca" dicen las notas del verso,
vivir llorando la ausencia, destino del guitarrero.

Una voz se alza en la noche, grito de amor plañidero
que rompe con su alarido la tensa paz y el silencio.
No puede aceptar la ausencia, ni la traición ni el olvido
y se funde con el río testigo de sus encuentros.

Y su guitarra lo llora, carne vida y sentimiento
pues se había hecho mujer, en manos del guitarrero.