EL LOBO Y SU ALMA DE AVE
Espera el Hombre la calma que aquiete sus emociones...
La brisa salada, refresca el sudor que en su cuerpo
Había dejado el deseo...
Y ya siente la orfandad del ser que habita muy dentro,
Que se anuda en sus entrañas, que convive, escondido y en acecho...
Se abandona lentamente al descanso y al silencio.
Deja vagar su mirada en el mar que es un espejo,
Busca la línea final que se alarga con el viento,
En libertad sus sentidos emprenden fugaz vuelo
Que lo llevan hacia puertos, a playa y lugares nuevos.
Descansa el Hombre en silencio y el instinto se renueva,
De ese otro ser tan extraño que siempre es fuego en su mente,
Señor de bosques y espinas, dueño de espacio y cemento,
Fuerte y esquivo en la noche, es el Lobo en su elemento...
Su aullido en celo reclama la Hembra que ve a lo lejos,
Que la huele y la persigue con ojos de azogue y hielo.
La dupla extraña en el Hombre, lucha por ver quien domina,
Si la piel del Lobo oscuro o el plumaje suave y blanco
De la hermosa ave marina.
Viejos fantasmas lo rondan como amigos conocidos,
Que son dolores profundos de odio, amores y olvidos..
La media luz del crepúsculo da perfil a una paloma,
Ha recorrido prados de gemas verdes y esteros,
Ha volado por los cielos de los brillantes eneros,
Y se ha bañado en el oro de un Sur generoso y pleno.
El Hombre la mira y piensa en su destino elegido,
Es libre, es fuerte y no acepta las cadenas que lo amarren
A un mundo lleno de cieno.
La paloma roza al Hombre para que sepa lo entiende,
Se llena de su ternura y de los colores limpios,
Hasta que el Lobo en su aullido reclame en pasión su tiempo.
Espera el Hombre la calma que aquiete sus emociones...
La brisa salada, refresca el sudor que en su cuerpo
Había dejado el deseo...
Y ya siente la orfandad del ser que habita muy dentro,
Que se anuda en sus entrañas, que convive, escondido y en acecho...
Se abandona lentamente al descanso y al silencio.
Deja vagar su mirada en el mar que es un espejo,
Busca la línea final que se alarga con el viento,
En libertad sus sentidos emprenden fugaz vuelo
Que lo llevan hacia puertos, a playa y lugares nuevos.
Descansa el Hombre en silencio y el instinto se renueva,
De ese otro ser tan extraño que siempre es fuego en su mente,
Señor de bosques y espinas, dueño de espacio y cemento,
Fuerte y esquivo en la noche, es el Lobo en su elemento...
Su aullido en celo reclama la Hembra que ve a lo lejos,
Que la huele y la persigue con ojos de azogue y hielo.
La dupla extraña en el Hombre, lucha por ver quien domina,
Si la piel del Lobo oscuro o el plumaje suave y blanco
De la hermosa ave marina.
Viejos fantasmas lo rondan como amigos conocidos,
Que son dolores profundos de odio, amores y olvidos..
La media luz del crepúsculo da perfil a una paloma,
Ha recorrido prados de gemas verdes y esteros,
Ha volado por los cielos de los brillantes eneros,
Y se ha bañado en el oro de un Sur generoso y pleno.
El Hombre la mira y piensa en su destino elegido,
Es libre, es fuerte y no acepta las cadenas que lo amarren
A un mundo lleno de cieno.
La paloma roza al Hombre para que sepa lo entiende,
Se llena de su ternura y de los colores limpios,
Hasta que el Lobo en su aullido reclame en pasión su tiempo.
3 comentarios:
yo esto de las poesias... nunca las entiendo del todo...
mejor espero que salga la película...
che!!!!
estoy sin "Mese ene"!
Edel si lees el blog nos comunicamos por aquí, me extrañaba no encontrate. Por aqui todo bien. quise ponerte un mensaje en el tuyo y no pude o no supe cómo hacerlo. besos
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